jueves, 13 de diciembre de 2007

Filosofía y Metodologías en las Ciencias Antropológicas



Introducción



Hace poco más de un año preparé (enero-mayo de 2006) un curso de estudio independiente, orientado a la familiarización, lectura y discusión de los marcos conceptuales y filosóficos, y las metodologías empleadas en las Ciencias Antropológicas. El curso es, en mi opinión, una verdadera excepcionalidad dentro del muy palúdico ofrecimiento en Filosofía y Metodología que brinda el Programa de Antropología en la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras). En este programa, tristemente atado y pisoteado, a un "departamenmto" de sociología, existen dos cursos, en el que, por ejemplo, uno trata sobre historia de la disciplina y el otro sobre la "teoría y método". Pero, en los enfoques de ambos cursos sólo se privilegia una visión discapacitada de la disciplina, enfatizando una supuesta, "antropología social" o en la mal llamada "antropología sociocultural". Esta última frase, a mi siempre me ha parecido, una tautología hiper-repetitiva. El objeto y sujeto de estudio antropológico es lo humano, y por supuesto, que tales actividades humanas son sociales, además de dinámicas. Pero hay que admitir que la frase es producto de la muy frecuente torcida historia teórica y práctica que tiene la Antropología Cultural en los Estados Unidos. La otra tontería es el llamado acercamiento "holístico". Siguiendo la mamona tradición de "...[de] todo un poco y con Dios y con el Diablo..."  En un futuro aparte, abundaré sobre este particular. 

Un sólo estudiante tuvo la oportunidad de recibir un enfoque enteramente distinto e infinitamente, muy superior, de lo que es y debe ser el estudio filosófico y metodológico de las Ciencias Antropológicas. He querido, para beneficios de otros y otras estudiantes, así como interesados(as) por demás, compartir con los(as) lectores(as), los temas que fueron objeto de discusión y la bibliografía preparatoria del curso. Entiendo que quizás de esta manera, algunos y algunas de ustedes puedan, AL FIN, aprender sobre qué es Antropología, en lugar de una versión mañosa e incompleta de una "antropología" disfrazada como "sociología". Nada más patético.

Apuntes personales

Mi formación como antropólogo fue en los Estados Unidos. Mi área de estudios se concentró en la usanza de la Antropología Cultural estadounidense fuertemente marcada por el acercamiento al estudio integrado de las cuatro ramas (four-field approach), a tradición metodológica matizada por Franz Boas y con una base teórica cimentada en la teoría de evolución y el materialismo histórico, enriquecida con los textos de Childe, Geertz, Douglas, Turner, Sahlins, Leacock, Levi-Strauss, Palerm y el feminismo antropológico estadounidense. La base epistemológica y sentido de praxis que tiene mi trabajo y cátedra están caracterizados por estas tradiciones. Esto no quiere decir, que, al ser esta mi manera de aproximarme a la cosa de la Antropología, que tal aproximación sea la única y verdadera absoluta verdad. Además de las tradiciones estadounidenses en la Antropología existen otras que imparten riqueza y diversidad a las ciencias antropológicas. Sin embargo, la experiencia estadounidense es una que no podemos menospreciar, mucho menos ignorar. Hoy por hoy, se entrenan a nivel mundial más antropólogos en los Estados Unidos que en ninguna otra parte del mundo. Un número considerablemente alto de estos(as) antropólogos(as) llegan a las universidades estadounidenses desde todos los rincones del globo, y son muchos(as) también los que regresan a sus países de origen con esa formación. No olvidemos además, que los Estados Unidos es el lugar donde más dineros existen para realizar el siempre costoso trabajo antropológico. La descripción anterior quiere señalar que la tradición antropológica estadounidense es sin lugar a dudas, una que podemos clasificar como hegemónica. Con esto no quiero decir, que entonces, hay que confundir la realidad hegemónica que posee con la fuerza creativa y la avanzada que diferentes influencias interpretativas han traído desde otros lugares. La tradición estadounidense en la Antropología, por ser una cuya dirección ha estado siempre orientada hacia afuera, tiene como resultado el hecho de que aquellos que de afuera han sido entrenados en el seno de tal tradición, han traído consigo las más inquietantes --y en ocasiones, demoledoras-- preguntas que hoy la Antropología nos presenta. Es precisamente sobre este particular, que la lectura cuyo libro tiene para mi, el más exquisito de los títulos, A Passage to Anthropology, se nos hace tan pertinente para esta clase. Para mi el principio que anima este curso que permite hacer un recorrido a la vez que se puede llegar a trazar caminos diferentes sobre qué es Antropología, y sobre una búsqueda por una Antropología del conocimiento


Filosofía y Metodologías en las Ciencias Antropológicas

Descripción del curso

El estudio pretende cubrir la historia filosófica de la Antropología enfatizando la tradición que reúne los campos de la Antropología Física, la Etnología, la Arqueología, la Antropología Lingüística y la Etnohistoria en una sola unidad epistemológica coherente al principio del estudio de la relación humano-naturaleza. El estudio también introduce al estudiante a los distintos acercamientos y técnicas metodológicos en las ciencias antropológicas que incluyen la antropometría, la archivística, la etnografía, la excavación arqueológica, la osteo-paleoantropología, la clasificación, curación y conservación de material cultural y las técnicas fonológicas, semánticas y de clasificación de lenguas, entre otras. El estudio culmina con la selección y diseño de un problema de investigación antropológica y la presentación de una propuesta de investigación.

Aspectos generales para este estudio

La historia de la Antropología no es una que se limita a los procesos formativos en la tradición occidental relacionados a los fundamentos filosóficos de sus prácticas como una ciencia orientada a la búsqueda de un conocimiento que sea verificable o refutable. Es posible argumentar que cierto conocimiento, al que podemos denominar como “antropológico”, ha tenido su génesis en el momento mismo en que un grupo humano tuvo la curiosidad o necesidad de buscar información acerca de cómo son otros con quienes en más de una ocasión interactúan en el espacio geográfico. Al menos eso podemos decir de la Etnología. Quizás también no es posible argumentar que en muchísimas ocasiones una cultura, fuera ésta de cazadores y recolectores o una sociedad tribal, se toparon con objetos que no le eran propios, pero que en ellos despertaron muchísimas inquietudes. En algunos casos, hoy sabemos que hubo gentes que copiaron objetos de gentes anteriores. También sabemos que otras optaron por tomar los objetos y “guardarlos”, y otras, hasta decidieron venerarlos. Hablamos pues, de un principio de lo que conocemos como Arqueología.

El deseo por organizar las formas originales (ej. “nativas”) del conocimiento en una y otra cultura, no es de la exclusiva prerrogativa de occidente. La Ciencia es la tradición humanista de producir, organizar, acumular y conservar el conocimiento fundamentado en el principio de una pregunta, de una duda. Sin embargo, no es la única forma que existe y ha existido. Sabemos que a lo largo de la historia humana, grupos culturales han producido y organizado también formas varias de un conocimiento, que inclusive ha trascendido la temporalidad del grupo que lo produjo. Pero, ¿cómo sabemos esto? ¿Cómo allegamos este tipo de conocimiento? ¿Cómo lo formulamos? ¿Qué hacemos para poder recopilar y obtener datos e información sobre ese u otro supuesto? ¿Cómo podemos corroborarlo?

Las preguntas antes enunciadas responden precisamente a esa tradición que denominamos Ciencia y sobre la que las ciencias antropológicas fundamentan la lógica de su razón y coherencia filosófica (ej. epistemología). La epistemología se refiere al estudio filosófico del origen, naturaleza, método(s) y significado de la búsqueda del conocimiento. Se dice, por ejemplo, que las Ciencias Sociales son ciencias interesadas en el estudio de lo social en el ser humano. Si tal enunciado es afirmativo y aceptable, entonces es posible concluir que de todas las Ciencias Sociales, la que mejor y de una forma más abarcadora incorpora todo cuanto es el ser humano (ej.; biológico, histórico, cultural y lingüístico) a su espectro de posibilidades del conocimiento sobre lo humano es sin lugar a dudas, la Antropología. La Antropología recoge como parte esencial de su epistemología, el fundamento más simple y más abarcador de todas las Ciencias Sociales; me refiero a la relación entre el Ser Humano y la Naturaleza. Otras disciplinas en las Ciencias Sociales alcanzan a estudiar alguna parte de los posibles fenómenos presentes en esa relación. Pero ninguna como la Antropología. En realidad, las denominadas Ciencias Sociales son quehaceres del saber y el conocimiento que en ocasiones, aportan al conocimiento antropológico . Sin embargo, es la Antropología la única que tiene la capacidad epistemológica y filosófica de incluir todas las posibilidades y probabilidades de los fenómenos presentes en la relación ser humano - Naturaleza.


La tradición antropológica a la que enfatizaremos


El desarrollo de las tradiciones teóricas y metodológicas en la Antropología tiene una vasta y riquísima historia. Este estudio nos permite rascar un poco la superficie de esta historia. Sin embargo, no nos permite allanarnos en las interioridades de las historias filosóficas de la disciplina. Considere usted que este estudio es un primer escalón hacia esa posible dirección.

El Programa de Antropología de la Universidad de Puerto Rico se caracteriza por ser un compendio de la tradición antropológica que tiene sus bases en los Estados Unidos y que a su vez, también recoge influencias provenientes de México y de Europa, particularmente de Gran Bretaña y de Francia. La tradición americana (me refiero al hemisferio, con algunas excepciones) tiene una manera particular de ver la Antropología contemporánea, y que se inicia con la colosal figura de Franz Boas en los Estados Unidos. Según Boas, la disciplina está constituida por cuatro ramas distintivas, pero permanente y mutuamente inclusivas, que explican la constitución de la condición humana como constituida por la biología, la cultura, lengua e historia de lo que constituye el ser en lo humano. Esas ramas distintivas, pero integradoras son la Antropología Física, la Arqueología, la Etnología (o Antropología Cultural como él la redenominó) y la Antropología Lingüística. Boas, fue una imponente figura que durante su larga vida intelectual, académica y profesional, condujo trabajos de investigación en TODOS estos campos. Su práctica dominó el desarrollo de la tradición antropológica por poco más de 60 años, y todavía influye y marca pautas en su evolución. También influyó el desarrollo de la Antropología en México, Brasil y Perú. Y es precisamente en México donde surge la inclusión de una quinta ramificación a la unidad antropológica en la forma de la Etnohistoria. Sin embargo, la historia de la Antropología en el continente iberoamericano también tiene marcas de ser uno diferente, y en ocasiones, inclusive, las ramas principales de la Antropología no siempre han compartido una mutua pertinencia (ej. Argentina y Uruguay).

En Europa las ramas de las ciencias antropológicas han tenido un curso de desarrollo distinto a la experiencia americana. Cada disciplina ha tenido un desarrollo propio y en ocasiones, sin vínculo alguno con las otras disciplinas. La Etnología es una criatura eminentemente europea que encuentra su mayor momento de desarrollo en la expansiva empresa colonial europea de la segunda mitad del siglo XIX. Los viajes de expedición a lugares cada vez más remotos y apartados dentro de las nuevas tierras anexadas en el centro continental de África, Oceanía, el sudeste asiático y el archipiélago indonesio fueron, con la Geografía y la Biología (ej. Botánica y Zoología), propulsores ideológicos y políticos de Estados europeos que necesitaban conocer el potencial en las materias primas disponibles, la mano de obra y el potencial de los mercados.


Algunas tradiciones teóricas en las Ciencias Antropológicas


Quiero mencionar y brevemente describir, algunos de los paradigmas que animan la tradición antropológica y que fueron objeto de la discusión durante el curso antes mencionado.

1. TEORÍA de EVOLUCIÓN y el Evolucionismo Cultural

La teoría de la evolución representa el cordón espinal de las ciencias antropológicas. Desde la Arqueología a la Etnología, y por supuesto, la Antropología Física, el acercamiento evolutivo inspirado en la teoría de Charles Darwin. Tal supuesto explicativo habla sobre un proceso de cambio evolutivo basado en una probabilidades de selección, que de resultar adaptativas, se dice que es un proceso natural. La Antropología es en esencia una ciencia evolutiva. A pesar de los debates que se han sucedido, que incluyen, entre otras, la más reciente “crítica” posmoderna, la Antropología sigue siendo un campo caracterizado por el evolucionismo. Este evolucionismo, conlleva entre otros postulados, nociones sobre la posibilidad de que lo humano es conocible y que puede ser estudiado. También trae consigo una visión particular del cambio y de la Historia (diacrónico) lo que ha sido de mucha influencia en la Arqueología y en la Etnología.

Precisamente en esta última la teoría de evolución ha tenido un desarrollo propio desde varias posibles vertientes. Con frecuencia este desarrollo se ha caracterizado por una visión crítica a los simplismo mecánicos y unilineales sucedidos en las llamadas ciencias sociales a partir del paradigma del POSITIVISMO LÓGICO inspirado en la voz Augusto Comte, una de las más importantes figuras de este paradigma de pensamiento. Comte, una figura importantísima del periodo de expansión colonial europea durante la segunda mitad del siglo XIX, disertó sobre una premisa sobre la Historia basada en una secuencia lineal de etapas del desarrollo del proceso social e histórico del ser humano. Comte encuentra fundamento social a su acercamiento en la visión de Herbert Spencer que visualizó la relación del ser humano y la naturaleza como una idea socializada de la biología de la adaptación. Esto quiere decir, que se entienden los patrones de conducta en el ser humano como una respuesta a la multiplicidad de estimulaciones del medio ambiente.

La visión antropológica se mostró apática a esta idea mecánica de la Historia, del cambio y del desarrollo humano. Los trabajos etnológicos de figuras decimonónicas como Edward Tylor, Lewis Henri Morgan y James Frazer, y del propio Karl Marx , toman una ruta comparativa que los lleva a cuestionar la ecuación de etapas de la Historia en Comte, considerando tal postulación como una contraria a los principios del desarrollo y del cambio en el ser humano en su relación con la naturaleza. Es que de esa relación surge mucho más que una adaptación. Las dos partes no son las mismas al momento de su interacción, y si seguimos a Marx, constituyen dos entidades distintas como resultado de su interacción, dejando en su lugar otra cosa. Es precisamente Franz Boas, quien utilizando el conocido concepto alemán, denomina a esa naturaleza de existencia humana como cultura. El acercamiento evolutivo a la cultura se le conoce como Evolucionismo Cultural. Entre sus mayores exponentes encontramos figuras de la talla de Edward Tylor, Lewis Henri Morgan, Julian Steward, Marvin Harris, James G. Frazer, Ioan Lewis, Leslie White, Edward Sapir, entre otros y otras, quienes han dejado un legado que no puede ser echado de un lado. Otros(as) también, que haciendo una crítica importante a la interpretación mecánica contenida en el evolucionismo al fenómeno de cultura, contribuyeron y enriquecieron la propia teoría de evolución y del cambio. Ahí encontramos el PARTICULARISMO HISTÓRICO de Franz Boas y el subsiguiente desarrollo de esta línea de pensamiento en Alfred Kroeber, Ruth Benedict y Margaret Mead.

2. MATERIALISMO HISTÓRICO

Si la teoría de la evolución representa en principio, la espina dorsal teórica de las ciencias antropológicas, el materialismo histórico representa su morfología. Si bien es cierto que para muchos(as) Karl Marx es uno de los arquitectos intelectuales de la Sociología y otras ciencias sociales, es en la Antropología donde su filosofía encuentra su mayor significado y relevancia explicativa, precisamente debido a su particular acercamiento a la relación entre el ser humano y la naturaleza. De acuerdo a Marx, la interacción entre el ser humano y la naturaleza no ocurre como un intercambio en el cual el segundo determina de manera unilateral las condiciones de existencia del segundo. En realidad, el primero actúa de manera interactiva con la segunda y en el proceso se apropia de cualidades y propiedades singulares de ésta, modificando, alternado, cambiando y transformando a su acción tales cualidades y propiedades. Al resultado de esa interacción e intercambio surge una ecuación que habla de posibilidades y probabilidades múltiples, quizás, infinitas, a las que se le denomina cultura. Este principio ha tenido mucha mayor ingerencia e influencia en la Antropología que los tres importantes (y fascinantes) volúmenes del Das Kapital.

El materialismo histórico es más popularmente conocido como Marxismo. La aspiración marxista pretende conjugar los más estrictos teoremas en la ciencia cartesiana, con la tradición humanista de un Jean Jacques Rousseau. Resulta ser un hecho que la Antropología es hoy un quehacer que sigue inspirada en la visión humanista del Renacimiento, la Ciencia cartesiana y enciclopédica precursora de la Ilustración del siglo XVIII, que en el siglo XIX hasta el presente trata de reconciliar la necesidad de una ciencia empírica con la subjetividad de sus postulados. La influencia del materialismo histórico en la Antropología sirve para armonizar la aspiración interpretativa de una ciencia validable y refutable con la subjetividad metodológica en sus técnicas para recopilar datos Ese aparenta ser el dilema de la Antropología. Un dilema que no es ajeno al pensamiento marxista.

Finalmente, este paradigma parte de un concepto de la Historia como el desarrollo por etapas que no necesariamente son lineales y donde cada forma de producción y reproducción social ejemplifica la diversidad de la condición humana. Su concepto de la historia está basado en una teoría del cambio donde el sujeto es activo en relación con la naturaleza. Esto quiere decir, que el ser humano no responde, ni se adapta al medio natural, sino que se apropia de éste en el proceso de crear las condiciones sociales para existir.

3. FUNCIONALISMO 

Probablemente sea ésta, la aportación más importante de la sociología a las Ciencias Antropológicas. Sus más importantes exponentes son Emilio Durkheim y Max Weber. El funcionalismo es considerado un acercamiento teórico dentro de un esquema filosófico que se nutre tanto de una noción orgánica de la función social, así como de acercamientos evolucionistas y positivistas. El postulado funcionalista parte de la premisa que los fenómenos sociales existen en función a los patrones de respuestas del ser humano a la organización del medio social. Esto quiere decir, que toda cosa social está dirigida a establecer alguna forma estable de existencia social, por lo que resulta en instituciones. Su concepto del cambio está dado como una condición necesaria para la existencia de estabilidad y orden. Esto no necesariamente implica que el cambio signifique una alteración al ordenamiento social de las cosas. Por otra parte, este paradigma tiene un concepto de la historia que está dado por la existencia de procesos. Procesos que son vistos como cimientos del orden social.

En la Antropología británica se destacan las figuras de Bronislaw Malinowski, A.R. Radcliffe Brown, Raymond Firth, E.E. Evans-Pritchard y Mary Douglas. En los Estados Unidos sobresalen las figuras magistrales de Marshall Sahlism, Victor Turner y Clifford Geertz. Estos últimos han abonado al concepto interpretativo simbólico elaborado por Weber, fundamentado a su vez, en las ideas sobre lenguaje, religión y cultura de Durkheim. Se dice que Malinowski es quien mejor presenta este paradigma. Para Malinowski, la cultura existe en función de la satisfacción de necesidades básicas por parte del ser humano en tanto a su necesidad de sobrevivencia.

4. ESTRUCTURALISMO 

Un paradigma eminentemente francés en origen y práctica, tiene como uno de sus mayores exponentes a Ferdinand De Saussure y sus estudios sobre el lenguaje. El acercamiento de Saussure al estudio del lenguaje es uno que privilegia la forma social del lenguaje como dentro de un esquema de estructuras que se manifiestan desde el proceso mental (i.e.; cognoscitivo) de su producción, el ordenamiento de esa producción en un sistema, hasta la multiplicidad de variaciones que se hacen manifiestas en el espacio social e individual de interacción humana. Pese a la gran influencia que Saussure tiene para la Lingüística y la Antropología Lingüística el desarrollo posterior del estructuralismo no ha coincidido con el marco inductivo-deductivo de su precursor.

En la década de los sesenta el antropólogo Claude Leví-Strauss, Pierre Bourdieu y el sociólogo Michel Foucault --cada uno desde posturas diferentes, pero no necesariamente excluyentes-- integraron al estructuralismo variantes teóricas y metodológicas del Marxismo para intentar explicar los fenómenos social-culturales. El énfasis que más tarde tuvo este “pos-estructuralismo” sobre la formas de escribir, producción de discursos, ideología y texto dio paso al surgimiento de lo que hoy llamamos “posmodernismo”.


5. La influencia del psicoanálisis y el posmodernismo en la Antropología 

Estas corrientes han tenido un impacto particular en la disciplina, sobretodo en la Antropología Cultural estadounidense y en la Arqueología. Personalmente, yo no comparto ni sus postulados, ni sus aseveraciones. A mi juicio el nihilismo esotérico de estas ideas no tienen cabida en la teoría y praxis de las Ciencias Antropológicas. En un aparte futuro le dedicaré tiempo a este argumento.

Su mayor exponente y fundador, Sigmund Freud, postula el desarrollo por etapas en el ser humano que son conducentes a los rasgos y formas que tendrá su personalidad y cómo ésta a su vez se habrá de manifestar en sociedad. La epistemología de este paradigma se basa en una premisa de la disfunción o la desviación. Freud desarrolla su acercamiento en tanto intenta “curar” lo que el denominó como histeria y neurosis. Debates posteriores alrededor o inspirados en esta teoría no han abandonado, a mi juicio, significativamente esta tendencia en su construcción del pensamiento. La posmodernidad de Jacques Lacan sigue una modelación orgánico-disfuncional en la relación sociedad- individuo. Interesantemente, no todos los que se suscriben a los enunciados de esta modalidad de pensamiento se encuentran en un acuerdo sobre cuáles son sus referentes. Por una parte entienden que tal establecimiento de una sistematización de modelos solamente es compatible con la construcción de llamadas meta-narrativas que son la base de los otros paradigmas en las Ciencias Sociales. Paradigmas a los que ellos/ellas reaccionan. Por otra parte, la participación de quienes se identifican con esta modalidad de pensamiento se encuentran en el proceso, constituyendo una manera de explicar uno o varios fenómenos aunque tal proceso sea una reacción a lo establecido.

El posmodernismo no postula una teoría de la historia ni de los procesos sociales, sino que levanta interrogantes sobre la manera en que tales modelos ha sido constituidos. La posmodernidad no necesariamente habla de una metodología para abordar el objeto de estudio, aunque en el proceso de hacer formular una crítica necesariamente conlleva alguna forma de conceptualizar y modelar lo que es objeto de la crítica. El posmodernismo tuvo una gran influencia a mediados de la década de los ochenta y los noventas en la Antropología, particularmente sobre la Etnografía. Aunque cabe mencionar que tal influencia se ha reducido significativamente desde el inicio del nuevo mileno. Su influencia es mucho mayor hoy en la sociología y la psicología; y en los llamados, "estudios culturales".

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