Etnología
Quizás sea ésta la rama de la Antropología que junto a la Arqueología, más imágenes populares posee. La definición más simple y generalizada de esta disciplina es que su objetivo reside en el estudio de la cultura. Esta aparente simplicidad esconde un complejo espectro de formulaciones teóricas y acercamientos metodológicos que se han utilizado y se continúan utilizando para precisamente estudiar el fenómeno que representa ser la cultura. La Etnología, también conocida como Antropología Cultural, gracias a la tradición iniciada por Franz Boas en los Estados Unidos, comprende además una serie de áreas de concentración o subdisciplinas cuyo enfoque preciso se desprende del estudio de la actividad humana en escenarios específicos. Son muchos los intereses asociados con el estudio cultural de todas las actividades humanas. Una preocupación fundamental de esta disciplina reside en el estudio cultural acerca de cómo se organizan las actividades de producción, distribución y reproducción; así como la organización del trabajo y los espacios sociales del trabajo.
Uno de los temas que mayor arraigo tiene entre los antropólogos culturales es el tema del desarrollo. Este creciente interés en muchas ocasiones ha llevado a la Antropología a polemizar con muchos de los preceptos dominantes en la Economía clásica. Si bien es cierto que las estrategias para el desarrollo económico, en la mayoría de los casos, son el resultado del interés por expandir aquellas formas y actividades de producción económica que son altamente cotizables y por consiguiente, rentables. En ocasiones, las poblaciones humanas que son extensamente e intensamente impactadas no son el recipiente de la bonanza económica (i.e.; monetaria) que dicha expansión del capital y su acumulación producen. Muchos(as) etnólogos(as) privilegian en sus estudio las posibles alternativas al desarrollo económico expansionista y excluyente que caracteriza a las iniciativas gubernamentales y de los organismos mundiales, por unas que sean viables y sostenibles , y cuyos efectos sobre el medio ecológico sean en algunos casos, mínimas. Estos dos términos tienen como referentes las prácticas económicas que son principalmente, de pequeña y mediana escala, y donde el usufructo y producto de la producción e intercambio de los bienes producidos son distribuidos entre los productores y las comunidades de productores. Este principio entienden muchos antropólogos, puede y debe ser aplicado a las actividades económicas que tienen un orden macrosocial y son además regionales y hasta mundiales.
El estudio antropológico de la cultura también enfatiza el concepto, diseño y uso del espacio geográfico y ecológico que tiene la Naturaleza. De hecho, los seres humanos constituyen una forma culturalmente natural de lo que vino a ser la Naturaleza y donde en efecto, está constituida la diversidad de modos de vida de las sociedad humanas. El espacio de la ciudad, por ejemplo, constituye quizá, la mejor ilustración del alcance humano que tiene la cultura y la modificación que ésta hace de la Naturaleza. En ese espacio de actividad humana tienen lugar las relaciones entre los diferentes grupos por clase social por asociación étnica, las maneras para la movilidad y la traslación, las comunicaciones, la distribución de las actividades económicas y la relación entre diferentes sectores poblacionales y las agencias políticas cuya función es en muchos casos, administrar el poder.
La ciudad es sin lugar a dudas, una de las representaciones singularmente más importante de lo que significa e implica la cultura. La ciudad se constituye como un espacio esencialmente que resulta de todo un conjunto interrelacionado de actividades humanas. En la ciudad toda forma de existencia social y geográfica es cultura. Todo cuanto forma la ciudad y está constituido como un espacio de producción y existencia humana es cultura. En los Estados Unidos por ejemplo, muchos estudios urbanos realizados por antropólogos(as) han evidenciado el gran problema de desposesión y desahucio económico (i.e.; homelessness) que azota los centros urbanos de ese país, la desindustrialización de grandes extensiones urbanas y los patrones de migración urbana, además de las relaciones étnico y raciales. Este trabajo etnológico con mucha frecuencia en nuestros días, está orientado a cuestionar las desigualdades resultantes de las prácticas económicas dentro del capitalismo como son por ejemplo, las formas de explotación y apropiación del trabajo de unos por otros, la marginalización forzada de amplios segmentos poblacionales, el desplazamiento y desalojo de quienes por generaciones han sido los poseedores tradicionales de las tierras aptas para la agricultura, y la migración masiva y pobreza en los centros urbanos.
Sobre la Etnografía
Existe una costumbre muy mal informada de que toda técnica o métodos de recopilación cualitativa de datos se le denomina como "etnografía". Igualmente, existe una noción doblemente equivocada de que un trabajo etnográfico es aquel caracterizado por una entrevista. Las dos premisas están totalmente equivocadas. Otra premisa muy equivocada, y a mi juicio, risible, es que la etnografía es una actividad que se puede llevar a cabo por psicólogos(as) o sociólogos(as). ¡¡JAMÁS!! Las técnicas etnográficas bien empleadas pueden ser de utilidad para la labor investigativa en la Psicología y la Sociología, y hasta en otras prácticas de las Ciencias Sociales. Con ese principio yo no tengo problema alguno. Sin embargo, la autoridad sobre la etnografía como oficio, práctica e historia la tiene solamente la ANTROPOLOGÍA. Y en la Antropología, la Etnología (Antropología Cultural). En un próximo aparte discutiré los componentes de la etnografía y el uso de las técnicas etnográficas en el trabajo de recopilación de datos en campo. Y es que, resulta precisamente lo que acabo de mencionar y cómo lo acabo de mencionar, lo que hace que la Etnología tenga y ejerza autoridad exclusiva sobre la validez metodológica de la etnografía.
